Fuente de Cibeles

FUENTE DE CIBELES






La Fuente de la Cibeles (para los madrileños simplemente La Cibeles) se encuentra en la ciudad española de Madrid, en la plaza del mismo nombre. Dicha fuente se instaló en 1872 en el Salón del Prado en Madrid, junto al Palacio de Buenavista  de cara a la Fuente de Neptuno. Incluye a la diosa Cibeles, símbolo de la Tierra, la agricultura y la fertilidad sobre un carro tirado por leones. La actual plaza se llamó al principio Plaza de Madrid, en 1900 fue rebautizada como Plaza de Castelar. En la actualidad está delimitada por los grandes edificios del Palacio de Buenavista, Palacio de Linares, Palacio de Comunicaciones y Banco de España. Lo curioso es que cada uno de estos monumentos pertenece a un barrio distinto de Madrid.

Los encargados de su realización fueron Francisco Gutiérrez (quien se hizo  cargo de la figura de la diosa y su carro), Roberto de Michel (los leones) y el adorista Miguel Ximénez. La diosa y los leones fueron esculpidos en mármol cárdeno de Montesclaros, Toledo, y el resto en piedra de Redueña.

La Fuente de Cibeles fue un encargo que se hizo al arquitecto español Ventura Rodríguez. El proyecto fue realizado entre los años 1777 y 1782. Originalmente estaba pensado para adornar los Jardines de la Granja de San Idelfonso (Segovia). Sin embargo, comenzados los trabajos de ensanchamiento del Paseo del Prado, la fuente fue finalmente colocada  frente al Palacio de Buenavista, y mirando hacia la Fuente de Neptuno. Entre ella y el palacio había unos edificios pequeños, destinados a la inspección de Milicias y posteriormente a la Presidencia del  Consejo de Ministros. Hasta que en 1870 se incendió todo el grupo.








En 1895 se traslada al centro de la Plaza. Este traslado levantó mucho revuelo y críticas que se vieron reflejados en la prensa de la época, detallando cada uno de los puntos de aquella polémica entre el Ayuntamiento y la Academia de Bellas Artes de San Fernando.


La figura central (o principal) es la diosa Cibeles, obra del escultor Francisco Gutiérrez. Está montada en un carro dispuesto sobre una roca que se eleva en medio del pilón. En sus manos lleva un cetro y una llave y en el pedestal  se esculpieron un mascarón  que escupía agua por encima de los leones hasta llegar al pilón y una rana  y una culebra que suelen pasar desapercibidas. Dos leones esculpidos por el francés Roberto MIchel  tiran del carro. Los leones representan a los personajes mitológicos Hipómenes y Atalante, la gran cazadora del grupo de Diana. Hipómenes se enamoró de ella y consiguió sus favores con ayuda de Afrodita y el truco de las manzanas de oro, pero al cometer los amantes sacrilegio cuando se unieron en un templo de Cibeles, Zeus se enfureció, convirtiéndolos  en leones destinados a tirar eternamente del carro de la diosa Cibeles.


La fuente no  solo era un monumento artístico, ya que tuvo, desde un principio, una utilidad muy especial. Tenía dos caños que se mantuvieron rústicos hasta 1862. De uno de ellos se surtían los aguadores oficiales llevando el agua hasta las casas, el otro lo utilizaba el público de Madrid, mientras que en el pilón bebían las caballerías. El agua tenía fama de poseer buenas propiedades curativas. Los caños eran bastante incómodos, por ello, en 1862, el ayuntamiento decidió cambiarlos por dos figuras artísticas muy simbólicas: un oso y un grifo que fueron colocados de manera que las personas pudieran llegar con toda facilidad a ellas.








Finalmente, en 1895, se realizó el traslado de la Fuente de Cibeles al centro de la plaza. Con motivo de las obras se realizaron nuevas remodelaciones colocando el monumento sobre cuatro peldaños rodeándolo con una verja. Ya que en aquella época la gran mayoría de las casas  ya poseía (o estaba por poseer) agua corriente, se decidió quitar tanto el grifo como el oso, añadidos unos pocos años antes a la fuente.


A mediados del siglo XX el agua de la fuente se hizo más artística con el añadido de surtidores y chorros formando cascadas y agregando la iluminación de colores. En el estanque superior hay dos surtidores verticales que alcanzan los cinco metros de altura, acompañados de una serie de chorros inclinados que envían desde la diosa hasta la parte externa.


En el año 1994tras la celebración por la victoria de la selección nacional  de fúdbol  española  desaparece la mano izquierda  de la diosa Cibeles. Una nueva mano le es agregada unos meses después, aunque la misma mano vuelve a desaparecer  el 21 de septiembre de 2002.







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